Para quienes no me conocen, mi nombre es Olga, y Madoery -además de ser un proyecto cumplido- es mi apellido.
No solía usarlo, solo me llamaba La Madoery una amiga única, una amiga que ya no está en este plano y me encantó poder honrarla para no postergar más lo que tanto había soñado.
Siempre me gustó el diseño: combinar texturas, mezclar recortes, superponer irregularidades y también pensar en prendas atemporales, de esas que amamos por su versatilidad. De ahí pensar en el diseño de camisas y blusas blancas, ítems que no pueden faltar en ningún guardarropas.